Motril (Granada), 18 ago (EFE).- Veinte años después de la desaparición de María Teresa Fernández, la joven motrileña de la que nada se sabe desde el verano de 2000, sus padres, Antonio y Teresa, aunque son realistas, "mantienen la esperanza " de encontrar algo que esclarezca qué pasó con su hija ese día.
Han pasado dos décadas y ambos apuntan a EFE que "sabes que ella no va a volver, pero la esperanza nunca se pierde", aunque Teresa añade que "sientes que no está bien, y que si hubiese estado viva habría dado señales" pero "mientras no se esclarezca lo que ocurrió, tendremos esperanza".
Entre lágrimas, apuntan que pese a los esfuerzos que se están realizando por parte de la investigación policial, se sabe prácticamente lo mismo que el día de la desaparición, lo que hace más difícil el día a día de toda la familia.
Teresa Martín, la madre, resalta que "son muchas las lágrimas derramadas en estos veinte años y muchas las preguntas sin responder". Pese a ello "vivimos pensando que la vamos a encontrar", aunque "no sabemos cuándo nos despertaremos de esta dura pesadilla".
Por su parte, Antonio Fernández, apunta que ha hecho un recorrido mental de los sucedido aquel día "tres mil millones de veces", para ver si consigue acordarse de algo que se le haya quedado fuera y que pudiera servir para dar alguna pista, algo que hasta el momento ha resultado infructuoso.
Tanto Teresa como Antonio han agradecido a la Policía Nacional que, pese al tiempo transcurrido, continúen con la investigación, y resaltan que hace pocos días hablaron con "Polo, que nos dijo que estaban investigando cosas nuevas", aunque en la actualidad no hay novedades.
Hasta el momento las líneas de investigación no han permitido aclarar el paradero de la joven y sólo han podido aportar algunos datos nuevos de lo que se sabía en un primer momento.
El inspector jefe de la Comisaría de Motril, Francisco Pérez Polo, que lleva algo más de diecisiete años en la investigación, indicaba a Efe que es un suceso con muchos interrogantes que aclarar y que espera que en cualquier momento " se pueda resolver". Pese a que el "tiempo va en contra" ya que cada vez es "más complicado que alguien se acuerde del pequeño detalle que falta" para averiguar el paradero de María Teresa.
De todas formas, en el último mes se ha retomado una de las primeras líneas de investigación que se realizó por lo que ha vuelto a tomar declaración en el juzgado y en la comisaría a algo más de diez personas para ver si mantienen sus manifestaciones o aportan algo nuevo.
Igual que los padres, el inspector encargado del caso dice que nunca se debe caer en el desánimo, y puntualiza, sin dar datos que "ahora estamos centrados en elementos que figuraban en el sumario y que podrían dar luz sobre lo ocurrido".
El sumario del caso de María Teresa no está cerrado y continúa siendo instruido por el Juzgado de Instrucción número cinco de Motril y consta de cuatro tomos. Más de 1.000 folios en los que hay cerca de dos centenares d