Río de Janeiro, 23 jul (EFE), (Imagen: Janaína Quinet/Antonio Lacerda ).- Caimanes, zorros, capibaras y hasta serpientes comparten terreno con deportistas y aficionados en el campo olímpico de golf de Río de Janeiro, un espacio visitado ahora con más frecuencia por animales salvajes por cuenta de la disminución del trasiego de personas por la pandemia.
Mientras algunos temen encontrarse con estos particulares visitantes propios de la fauna brasileña, otros disfrutan de su compañía y hasta encuentran divertido el desafío de que la pelota caiga cerca de ellos.
Aunque la presencia de animales salvajes en el campo es habitual, con la llegada de la pandemia esta se ha incrementado, o por lo menos, eso aseguran los jugadores y aficionados que suelen asistir al terreno y que no han frenado sus prácticas por la llegada del nuevo virus.