De dictadura bananera. Y de las cutres.
En este vídeo se observa como los agentes de la Guardia Civil le ponen una multa a un ciudadano que explica muy educado lo que estaba haciendo: estar encaramado con una bandera española, a una roca situada a unos 10 metros del lujoso chalet de Pablo Iglesias e irene Montero, y tararear allí en voz baja el himno de la Guardia Civil.
La escena es de película cómica y deja patente cómo se le ha ido el oremus al ministro Fernando Grande-Marlaska, el mismo que permite a los proterras apedrear mítines de VOX y está en una Gobierno infame, que pacta con los herederos de los asesinos terroristas.
Los agentes de la Benemérita apuntan las puntualizaciones hechas por el ciudadano y le entregan una copia del documento, después de que este ejerza su derecho a no firmarlo.
Se trata del último ejemplo del peculiar desarrollo de los acontecimientos en torno a la figura de Pablo Iglesias, que hace algunos años se jactaba de sentir emoción por una paliza a agentes y que ahora cuenta con un numerosísimo despliegue de más de 50 agentes y seis vehículos de la Guardia Civil para custodiar su casoplón en Galapagar ante las manifestaciones de este último mes de junio.
En la segunda semana de este mes otra ciudadana era multada con 600 euros por pasar tres veces cerca de la casa ataviada con una bandera de España. Además, ha sido llamativo, como parte de ese dispositivo de seguridad, el corte total de la calle donde está situado el chalet de Pablo Iglesias en la urbanización de La Navata.