Un oso polar llegó a las afueras de la ciudad industrial de Norilsk, en el Ártico Ruso, en un intento por hallar comida entre la basura, a más de 800 kilómetros de su hábitat tradicional, afectado por el cambio climático.
Un oso polar llegó a las afueras de la ciudad industrial de Norilsk, en el Ártico Ruso, en un intento por hallar comida entre la basura, a más de 800 kilómetros de su hábitat tradicional, afectado por el cambio climático.